El encuentro "El Peso de la Nación" a celebrarse entre el 7 y el 9 de mayo contará con la presencia de expertos renombrados que darán a conocer las últimas estrategias para combatir la epidemia de la obesidad. La conferencia tiene por objeto:
- presentar proyectos y políticas para mejorar la salud de la población (a través de la nutrición o la actividad física, por ejemplo)
- informar a los legisladoraes sobre las prioridades para la prevención de la obesidad
- intentar comunicar en forma más efectiva que la “salud” tiene que ser un estilo de vida
Durante la conferencia se proyectarán los cuatro documentales “El Peso de la Nación”, una producción conjunta del Instituto de Medicina (IOM), los Centros para el Control y Prevención de Enfernedades (CDC), los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y el aporte de la Fundación Michael & Susan Dell y Kaiser Permanente. 
Puntos clave
Éstos también se pondrán al aire en HBO, el 14 y 15 de mayo a partir de las 8 p.m. ET/PT. Su productor, John Hoffman, explica que este trabajo busca dar una voz de alarma sobre los efectos de la obesidad en los individuos, la comunidad y toda la sociedad.
En una entrevista realizada por USA Today, Hoffman adelantó que el documental intenta explicar que la obesidad no es una epidemia que se pueda equiparar con un desastre natural, ante le cual nada podemos hacer. Se trata de una crisis nacional evitable, ya que vivimos en un mundo lleno de calorías baratas, pero sin embargo siempre tenemos comidas llenas de azúcar y grasa al alcance de la mano.
Consultado sobre los puntos más interesantes de este trabajo, Hoffman mencionó el hecho de que en la historia de la evolución humana, nunca hubo razones para limitar la ingesta. De hecho, sucede a la inversa porque estamos genéticamente preparados para buscar alimentos para sobrevivir. Así nuestro cuerpo lucha contra las etapas de escasez, pero en un mundo lleno de hamburguesas, pizzas y máquinas expendedoras de comida, y nuestro condicionamiento biológico a almacenar alimentos se vuelve más bien una amenaza a nuestra supervivencia.
Hoffman también remarcó que en el programa se explica que el cuerpo humano no se adapta a una pérdida de peso significativa, ya que el cerebro todavía cree que está en una época de privaciones y manipula nuestra conducta sin que nos demos cuenta. Así es como tenemos más hambre, nos sentimos menos satisfechos, nos tentamos más a menudo con algo dulce y tenemos menos ganas de hacer actividad física, para no gastar calorías que podrían ser necesarias. Por todo esto, bajar de peso implica de ahora en más, hacerse un replanteo sobre la forma de vida que se lleva.
Consultado sobre las acciones o políticas a poner en práctica para solucionar el flagelo de la obesidad, Hoffman sugiere trabajar en conjunto para hacer grandes cambios en los alimentos que se cultivan, los que se elaboran y comercializan - especialmente entre los niños - el diseño de lugares para promover la actividad física, y un sistema de salud que se centre en prevenir las enfermedades, más que en tratarlas una vez que se hayan declarado.
